Foto: Stig-Åke Jönsson/TT
El gobierno sueco ha decidido, en fecha de hoy, prorrogar hasta el próximo mes de noviembre los controles fronterizos que viene realizando, sobretodo en la frontera sur con Dinamarca, desde el pasado mes de enero, según informa la periodista de P4 Klartext, Sofía Svenblad (01/06/2016). Tal situación tiene como causa primordial la gran afluencia de refugiados arribados, a Suecia desde Dinamarca, por vía ferroviaria, a través del puente sobre el estrecho de Öresund que une estos dos países, principalmente a causa de la Guerra de Siria.
Se trata esta de una actividad de control específico que se realiza con carácter excepcional, dentro del contexto general del Acuerdo de Schengen que establece la libre circulación de personas entre los países miembros, bajo el control y con el permiso de la Comisión Europea. Agentes de la policía sueca llevan a cabo dichos controles provistos de unos escáneres manuales que aplican sobre las tarjetas de identidad (carnet de conducir o tarjeta de residencia, principalmente) o los pasaportes, en el propio andén de la estación de Hyllie (la primera parada viniendo desde Dinamarca), o bien entrando en los propios trenes que llegan desde el país vecino. También la policía danesa realiza controles de parecida naturaleza en la estación de tren del aeropuerto de Copenhague, lo que supone considerables retrasos a las numerosas personas que viven en Malmö y trabajan en Dinamarca.
El tema del incremento de la afluencia de refugiados es de alta sensibilidad en Suecia, hasta el punto que ha supuesto uno de los mayores factores de desgaste del actual gobierno sueco, compuesto por socialdemócratas y verdes, que encabeza Stefan Löfven. Por esta razón, el ejecutivo ha impulsado una reforma de la legislación sobre extranjería que dificulta notablemente tanto la entrada en el país, como la eventual obtención de la residencia en Suecia.
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