Foto Paul Hansen
En entrevista otorgada al periodista de Dagens Nyheter Michael Winiarski (28/04/2016), el Ministro Ruso de Asuntos Exteriores Serguei Lavrov manifestó que el ingreso de Suecia en la OTAN comportaría consecuencias militares. El escenario al que se referiría el plenipotenciario ruso es el de un posible ingreso, tanto de Suecia como de Finlandia, lo que determinaría una variación estratégica más que significativa en la zona del Báltico.
Lavrov manifiesta, asimismo, que fue Suecia y no Rusia quien congeló las relaciones entre ambos países, y que, a pesar de que fue este último país quien permitió que la independencia de las Repúblicas Bálticas se llevase a término sin violencia, nadie le ha mostrado por ello agradecimiento alguno. También enfatizó sobre la diferencia que supone para Rusia, entre que sus vecinos del norte sean neutrales o miembros de la OTAN, a la vez que recalcó el deber que tienen tanto Rusia como Europa de estar juntos.
Por su parte, en declaraciones publicadas por los periodistas del citado medio Mikael Hölmström y Mattias Carlson (29/04/2016), el Ministro Sueco de defensa, Peter Hultqvist, considera las citadas manifestaciones como “inaceptables e injustificadas”. El citado Michael Winiarski (29/04/2016) se pregunta si la constante presión de Rusia para evitar un eventual ingreso del país escandinavo en la alianza militar mediante la intimidación es el mejor medio de tranquilizar, en este sentido, a la opinión pública sueca. De todas maneras es difícil determinar cómo va a evolucionar la situación al respecto.
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